miércoles, 1 de septiembre de 2010

Ratones recuperan tejido muscular y capilares con células madre uterinas

Ratones recuperan tejido muscular y capilares con células madre uterinas
Investigadores del Hospital de Jove de Gijón han confirmado la capacidad regenerativa de las células madre uterinas con un experimento con ratones en el que se demuestra que estos animales recuperaron tejido muscular dañado y crearon nuevos capilares sanguíneos con este tratamiento.
EFE , |
.

El equipo de investigación había logrado identificar un nuevo tipo de célula madre uterina, cuya reproducción en laboratorio es mas rápida y en mayor cantidad que las conocidas hasta ahora, y en una segunda fase han experimentado con la inoculación de cultivos de estas células a cobayas con daños musculares de hasta el 60 por ciento.

El resultado del experimento "es sumamente alentador" ya que los animales "no solo recuperaron el tejido muscular perdido sino también los vasos sanguíneos necesarios" para su riego, algo totalmente nuevo en la investigación biogenética, según ha asegurado hoy en rueda de prensa el catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad de Ginebra (Suiza), Roberto Montesano.

El profesor, de origen italiano, ha sido invitado por el equipo que dirige Francisco Vizoso en el Hospital de Jove para observar los avances de la investigación con células madres y se ha manifestado "totalmente sorprendido y esperanzado" por el hallazgo.

Las células madre adultas son extraídas del cuello del útero de mujeres fértiles e inoculadas en la zona dañada, en otra mas alejada y en el torrente sanguíneo de ratones a los que se les había sometido previamente a daños musculares de importancia, que en algunos casos significaban la perdida de hasta el 60 por ciento de la masa muscular de un miembro.

En sólo tres semanas, las cobayas recuperaron el 10 por ciento de la masa muscular perdida y los vasos sanguíneos, lo que permite alimentar esperanzas fundadas sobre la posibilidad de que el tratamiento sea útil en la cura de enfermedades degenerativas, según ha informado la bioquímica del equipo investigador Noemí Peiró.

Montesano ha destacado además que se ha comprobado que este tipo de células madre uterinas provocan en el receptor sustancias antiinflamatorias, lo que posibilitaría su uso además en el tratamiento de enfermedades crónicas del intestino.

El catedrático ha abogado por continuar desarrollando con la mayor rapidez posible la fase de investigación en animales para dar el salto a la experimentación con humanos, una vez que se compruebe la seguridad porque, en su opinión, "puede producir un gran avance en la medicina".


FUENTE:ADN.ES/ LAVIDA


KKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKK

«La publicación internacional de este descubrimiento cierra muchas bocas»
La Fundación para la Investigación con Células Madre Uterinas presenta la divulgación de su trabajo en la revista científica 'In vivo'


«Satisfacción» es la palabra que mejor define la sensación de los miembros de la Fundación para la Investigación con Células Madre Uterinas (Ficemu) tras la publicación en la revista científica internacional 'In vivo' de la investigación con células madre uterinas llevada a cabo por la Unidad de Investigación de la Fundación Hospital de Jove y la empresa biotecnológica Projech.
«Satisfacción» más que evidente por lo relevante de que el descubrimiento de «la enorme potencialidad de estas células esté a disposición de investigadores de todo el mundo» y porque, según aseguró ayer el presidente de Ficemu, Pedro Barbillo, durante la presentación del trabajo en la Feria Internacional de Muestras de Asturias, «esta publicación cierra muchas bocas».
Se refería Barbillo , sin decirlo, a la falta de apoyos que, en opinión de la Fundación (www.ficemu.org), están recibiendo los investigadores, a quienes los gobiernos regional y local han negado, hasta el momento, una línea de crédito para la conversión en fármacos de los resultados de la investigación. Incluso el máximo responsable sanitario del Principado, Ramón Quirós, los acusó en su día de generar «expectativas irreales» entre los enfermos a quienes podría beneficiar la aplicación terapéutica del descubrimiento.
Respaldo de los expertos
Además de Barbillo, quien también preside la Asociación de Enfermos de Crohn y Colitis Ulcerosa de Asturias, en el acto celebrado estuvieron presentes la ginecóloga Luz Lamelas y la bioquímica Noemí Eiró, coautoras del estudio, además del doctor Roberto Montesano, profesor honorario de la Universidad de Ginebra y miembro del Comité Científico que asesora a la Fundación radicada en Gijón.
Con su presencia, los investigadores quisieron dejar patente el respaldo de varios «expertos internacionales en la materia de primera línea» al proyecto asturiano.
De hecho, Montesano se declaró «impresionado por las características de estas células madre», por aquello que «las diferencia de otras células madre conocidas», precisó Vizoso: «Son fáciles de obtener, por una simple citología rutinaria, tienen una capacidad de duplicación muy elevada y una capacidad de poder transformarse en otro tipo de células importante, algo extraordinario, además de un gran poder antiinflamatorio que puede ayudar a descubrir tratamientos para muchas enfermedades que ahora mismo no lo tienen».
Las células obtenidas en el Servicio de Ginecología de Jove gracias a la colaboración de decenas de pacientes gijonesas «proliferan tan rápidamente que se pueden imaginar aplicaciones muy amplias», añadió Montesano, para quien «es muy importante contar con financiación para seguir desarrollando esta investigación con intensidad y profundidad y, una vez comprobado que son seguras, empezar rápidamente los ensayos con pacientes».
Por el momento, los ensayos están aún en fase de laboratorio, donde ya han pasado de los tubos de ensayo a la fase animal, probando «su capacidad para regenerar músculo en los ratones».
Al inyectarles estas células «aparece un 10% de tejido muscular nuevo», precisó Vizoso, mientras que Montesano subrayó otra peculiaridadsorprendente: «Producen sus propios vasos sanguíneos, necesarios para irrigar los tejidos».
Una vez que concluyan los ensayos con animales, que pueden prolongarse unos dos años, llegará la fase de ensayos clínicos, que «pueden durar entre cuatro o cinco años». Y, de ahí, si todo va bien, a la farmacia. Juegan con una ventaja añadida: «Aplicar como fármacos células que son propias del organismo humano acortará el proceso».


FUENTE:elcomeriodigital.com

No hay comentarios: